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Tres cuartas partes de la Tierra se volvieron permanentemente más secas en las últimas tres décadas, según la ONU

La aridez: La «crisis existencial» que redefine la vida en la TierraCinco mil millones de personas podrían verse afectadas en 2100Riad, Arabia Saudí – A pesar de que en algunas partes del mundo se han intensificado las catástrofes relacionadas con el agua, como inundaciones y tormentas, más de tres cuartas partes de la Tierra se han vuelto permanentemente más secas en las últimas décadas, según han advertido hoy científicos de la ONU en un nuevo y crudo análisis. Alrededor del 77,6% de la superficie terrestre experimentó condiciones más secas durante las tres décadas previas a 2020, en comparación con el período anterior de 30 años, según el histórico informe de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).Durante el mismo periodo, las tierras secas se expandieron en unos 4,3 millones de km2 (una superficie casi un tercio mayor que la India, el séptimo país más grande del mundo) y ahora cubren el 40,6% de toda la tierra del planeta, excluyendo la Antártida. En las últimas décadas, un 7,6% de las tierras del planeta, una superficie mayor que la de Canadá, han atravesado umbrales de aridez; es decir, han pasado de no ser tierras secas a ser tierras secas, o de clases de tierras secas menos áridas a clases más áridas. La mayoría de estas zonas han pasado de ser paisajes húmedos a tierras secas, con graves consecuencias para la agricultura, los ecosistemas y sus habitantes. La investigación advierte de que, si el mundo no consigue frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, otro 3% de las zonas húmedas del planeta se convertirán en tierras secas a finales de este siglo. En escenarios de altas emisiones de gases de efecto invernadero, se prevé la expansión de las tierras secas en el medio oeste de Estados Unidos, el centro de México, el norte de Venezuela, el noreste de Brasil, el sureste de Argentina, toda la región mediterránea, la costa del Mar Negro, amplias zonas del sur de África y el sur de Australia. El informe, ‘La amenaza global de las tierras que se secan : tendencias regionales y mundiales en materia de aridez y proyecciones futuras’, se presentó en la 16ª Conferencia de las casi 200 Partes de la CNULD celebrada en Riad (Arabia Saudí) (COP16), la mayor conferencia de las Naciones Unidas sobre la tierra hasta la fecha, y la primera COP de la CNULD que se celebra en Oriente Medio, una región profundamente afectada por los impactos de la aridez. «Este análisis disipa por fin una incertidumbre que ha rodeado durante mucho tiempo las tendencias mundiales en materia de aridez», afirma Ibrahim Thiaw, Secretario Ejecutivo de la CNULD. «Por primera vez, la crisis de la aridez se ha documentado con claridad científica, revelando una amenaza existencial que afecta a miles de millones en todo el planeta». «A diferencia de las sequías — períodos temporales de escasas precipitaciones —, la aridez representa una transformación permanente e implacable», añade. «Las sequías terminan. Sin embargo, cuando el clima de una zona se vuelve más árido, se pierde la capacidad de volver a las condiciones anteriores. Los climas más áridos que afectan ahora a vastas tierras de todo el planeta no volverán a ser como antes y este cambio está redefiniendo la vida en la Tierra.» El informe de la UNCCD Science-Policy Interface (SPI), el organismo de la ONU encargado de evaluar la ciencia de la degradación de la tierra y la sequía, señala al cambio climático provocado por el ser humano como el principal impulsor de este cambio. Las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la generación de electricidad, el transporte, la industria y los cambios en el uso del suelo y otras actividades humanas  calientan el planeta y afectan a las precipitaciones, la evapo-transpiración y la vida vegetal, creando unas condiciones que aumentan la aridez. Los datos del índice de aridez mundial (IA) rastrean estas condiciones y revelan cambios generalizados a lo largo de las décadas. Puntos calientes de la aridificaciónEntre las zonas más afectadas por la tendencia a la desecación figuran casi toda Europa (el 95,9% de su territorio), partes del oeste de Estados Unidos, Brasil, zonas de Asia (sobre todo del este) y África central. Partes del oeste de Estados Unidos y Brasil: Tendencias significativas a la desecación, con escasez de agua e incendios forestales que se convierten en peligros perennes Mediterráneo y sur de Europa: Antaño consideradas graneros agrícolas, estas zonas se enfrentan a un futuro sombrío a medida que se extienden las condiciones semiáridasÁfrica Central y partes de Asia: Zonas biológicamente megadiversas están sufriendo la degradación de sus ecosistemas y la desertificación, poniendo en peligro innumerables especiesPor el contrario, menos de una cuarta parte de la superficie terrestre del planeta (22,4%) experimentó condiciones más húmedas, con zonas en el centro de Estados Unidos, la costa atlántica de Angola y partes del sudeste asiático que mostraron cierto aumento de la humedad.La tendencia general, sin embargo, es clara: las tierras áridas se están expandiendo, forzando a los ecosistemas y a las sociedades a sufrir los impactos de la aridez, que amenaza la vida. El informe menciona a Sudán del Sur y Tanzania como las naciones con el mayor porcentaje de tierras en transición a tierras secas, y a China como el país que experimenta el mayor cambio de superficie total de tierras no secas a tierras secas. Para los 2.300 millones de personas — más del 25% de la población mundial— que viven en las tierras secas en expansión, esta nueva normalidad exige soluciones duraderas y adaptables. La degradación de la tierra relacionada con la aridez, conocida como desertificación, representa una grave amenaza para el bienestar humano y la estabilidad ecológica. Y a medida que el planeta sigue calentándose, las proyecciones sugieren que hasta 5.000 millones de personas podrían vivir en tierras áridas a finales de siglo, enfrentándose a suelos agotados, recursos hídricos menguantes y la disminución o el colapso de ecosistemas antaño prósperos. La migración forzada es una de las consecuencias más visibles de la aridez. A medida que la tierra se vuelve inhabitable, las familias y comunidades enteras que se enfrentan a la escasez de agua y al colapso de la agricultura a menudo no tienen más remedio que abandonar sus hogares, lo que provoca problemas sociales y políticos en todo el mundo. Desde Oriente Medio hasta África y el sur de Asia, millones de personas ya se están desplazando, una tendencia que se intensificará en las próximas décadas. El impacto devastador de la aridezSegún el informe, los efectos de la creciente aridez son múltiples, se producen en cascada y afectan a casi todos los aspectos de la vida y la sociedad. El informe advierte de que una quinta parte de la superficie terrestre podría sufrir transformaciones bruscas de los ecosistemas debido al aumento de la aridez a finales de siglo, lo que provocaría cambios drásticos (como la transformación de bosques en praderas y otros cambios) y la extinción de muchas plantas, animales y otros tipos de vida.La aridez se considera el principal factor de degradación de los sistemas agrícolas, ya que afecta al 40% de las tierras cultivables del planeta. El aumento de la aridez es responsable del descenso del 12% del producto interior bruto (PIB) registrado en los países africanos entre 1990 y 2015.  Se prevé que más de dos tercios de las tierras del planeta (excluidas Groenlandia y la Antártida) almacenarán menos agua a finales de siglo si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, aunque sea ligeramente. La aridez se considera una de las cinco causas más importantes de degradación del suelo (junto con la erosión, la salinización, la pérdida de carbono orgánico y la degradación de la vegetación).  El aumento de la aridez en Oriente Medio se ha relacionado con el aumento de la frecuencia y la magnitud de las tormentas de arena y polvo en la región.  Se espera que el aumento de la aridez contribuya a incendios forestales más grandes e intensos en un futuro alterado por el clima, sobre todo por su impacto en la muerte de árboles en los bosques semiáridos y la consiguiente disponibilidad creciente de biomasa seca para quemar.  Los efectos de la creciente aridez sobre la pobreza, la escasez de agua, la degradación de la tierra y la insuficiente producción de alimentos se han relacionado con el aumento de las tasas de enfermedad y muerte en todo el mundo, especialmente entre los niños y las mujeres. El aumento de la aridez y la sequía desempeña un papel clave en el incremento de las migraciones humanas en todo el mundo, especialmente en las zonas hiperáridas y áridas del sur de Europa, Oriente Medio y Norte de África y el sur de Asia. El informe marca un punto de inflexiónDurante años, documentar el aumento de la aridez ha sido todo un reto, afirma el informe. Su naturaleza a largo plazo y la intrincada interacción de factores como las precipitaciones, la evapo- transpiración de las plantas dificultaban el análisis. Los primeros estudios arrojaron resultados contradictorios, a menudo enturbiados por la cautela científica. El nuevo informe marca un punto de inflexión, aprovechando modelos climáticos avanzados y metodologías estandarizadas para ofrecer una evaluación definitiva de las tendencias mundiales de la desecación y confirmando el inexorable aumento de la aridez, al tiempo que proporciona una visión crítica de sus causas subyacentes y su posible trayectoria futura. RecomendacionesEl informe ofrece una hoja de ruta completa para hacer frente a la aridez, haciendo hincapié tanto en la mitigación como en la adaptación. Entre sus recomendaciones Reforzar la vigilancia de la aridezIntegrar la medición de la aridez en los sistemas existentes de vigilancia de la sequía. Este enfoque permitiría la detección temprana de cambios y ayudaría a orientar las intervenciones antes de que empeoren las condiciones. Plataformas como la nueva Herramienta de Información Visual sobre la Aridez proporcionan a los responsables políticos y a los investigadores datos valiosos que permiten alertas tempranas e intervenciones oportunas. Las evaluaciones normalizadas pueden mejorar la cooperación mundial y servir de base a las estrategias locales de adaptación. Mejorar las prácticas de uso de la tierraIncentivar sistemas sostenibles de uso de la tierra puede mitigar los efectos del aumento de la aridez, sobre todo en las regiones vulnerables. Los enfoques innovadores, holísticos y sostenibles de la gestión de la tierra son el tema central de otro nuevo informe de la Interfaz Ciencia - Políticas de la CNULD Sustainable Land Use Systems: The path to collectively achieving Land Degradation Neutrality, disponible en https://bit.ly/3ZwkLZ3. La publicación explora cómo el uso de la tierra en un lugar afecta a otros lugares; prioriza la resiliencia ante el cambio climático u otras perturbaciones, y fomenta la participación y el compromiso de las comunidades indígenas y locales, así como de todos los niveles de gobierno. Proyectos como la Gran Muralla Verde (una iniciativa de restauración de tierras que se extiende de oeste a este de África) demuestran el potencial de los esfuerzos holísticos a gran escala para combatir la aridez y restaurar los ecosistemas, al tiempo que se crean puestos de trabajo y se estabilizan las economías. Invertir en eficiencia hídricaAcompañadas de políticas adecuadas, tecnologías como la recogida de agua de lluvia, el riego por goteo y el reciclaje de aguas residuales ofrecen soluciones prácticas para gestionar los escasos recursos hídricos de las regiones áridas. Aumentar la resiliencia de las comunidades vulnerablesEl conocimiento local, la capacitación, la justicia social y el pensamiento holístico son vitales para la resiliencia. El informe anima a los responsables de la toma de decisiones a aplicar una gobernanza responsable, proteger los derechos humanos (incluido el acceso seguro a la tierra) y garantizar la rendición de cuentas y la transparencia. Los programas de desarrollo de capacidades, el apoyo financiero, los programas educativos, los servicios de información climática y las iniciativas impulsadas por la comunidad capacitan a los más afectados por la aridez para adaptarse a las condiciones cambiantes. Los agricultores que adoptan cultivos resistentes a la sequía o los pastores que adoptan un ganado más tolerante a la aridez son ejemplos de adaptación gradual. Apostar por la cooperación internacionalEl marco de Neutralidad de la Degradación de Tierras de la CNULD proporciona un modelo para alinear las políticas nacionales con los objetivos internacionales, garantizando una respuesta unificada a la crisis. Los Planes Nacionales de Adaptación deben incorporar la aridez junto con la planificación de la sequía para crear estrategias cohesionadas que aborden los retos de la gestión del agua y la tierra. La colaboración intersectorial a nivel mundial, facilitada por marcos como la CNULD, es esencial para ampliar las soluciones. ComentariosBarron Orr, científico jefe de la CNULD : «Durante décadas, los científicos del mundo han señalado que nuestras crecientes emisiones de gases de efecto invernadero están detrás del calentamiento global. Ahora, por primera vez, un organismo científico de la ONU advierte de que la quema de combustibles fósiles también está provocando la desecación permanente de gran parte del planeta, con efectos potencialmente catastróficos sobre el acceso al agua que podrían acercar aún más a las personas y a la naturaleza a puntos de inflexión desastrosos. A medida que grandes extensiones de tierra se vuelven más áridas, las consecuencias de la inacción son cada vez más nefastas y la adaptación ya no es opcional, sino imperativa».Nichole Barger, Presidenta de la Interfaz Ciencia-Política de la CNULD : «Sin esfuerzos concertados, miles de millones de personas se enfrentan a un futuro marcado por el hambre, los desplazamientos y el declive económico. Sin embargo, si adoptamos soluciones innovadoras y fomentamos la solidaridad mundial, la humanidad puede hacer frente a este reto. La cuestión no es si tenemos las herramientas para responder, sino si tenemos la voluntad de actuar». Sergio Vicente-Serrano, coautor principal del informe y experto en aridez del Instituto Pirenaico de Ecología de España : "La claridad del informe es una llamada de atención para los responsables políticos: abordar la aridez exige algo más que ciencia: requiere una diversidad de perspectivas y sistemas de conocimiento. Entrelazando los conocimientos indígenas y locales con datos de vanguardia, podemos elaborar estrategias más sólidas e inteligentes para frenar el avance de la aridez, mitigar sus efectos y prosperar en un mundo seco.» Narcisa Pricope, coautora principal, catedrática de geociencias y vicepresidenta asociada de investigación de la Universidad Estatal de Mississippi, EE. UU. : «Este informe subraya la necesidad crítica de abordar la aridez como un reto global definitorio de nuestro tiempo. Uniendo diversos conocimientos y aprovechando tecnologías de vanguardia, no sólo estamos midiendo el cambio, sino que estamos elaborando una hoja de ruta para la resiliencia. Abordar la aridez exige una visión colaborativa que integre la innovación, las soluciones adaptativas y el compromiso de garantizar un futuro sostenible para todos». Andrea Toreti, coautor principal y científico superior del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea : «El aumento de la aridez remodelará el paisaje mundial, desafiando los modos de vida tradicionales y obligando a las sociedades a reimaginar su relación con la tierra y el agua. Al igual que ocurre con el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, hacer frente a la aridez requiere una acción internacional coordinada y un compromiso inquebrantable con el desarrollo sostenible.» En cifras:Principales tendencias y proyecciones mundiales77.6%: Proporción de la superficie terrestre que experimentó climas más secos        entre 1990 y 2020 en comparación con los 30 años anteriores40.6%: Masa terrestre mundial (excluida la Antártida) clasificada como tierras secas, frente al 37,5% de los últimos 30 años4,3 millones de km²: Tierras húmedas transformadas en tierras secas en las tres últimas décadas, una superficie un tercio mayor que la India40%: Tierra cultivable mundial afectada por la aridez, el principal factor de degradación agrícola30.9%: Población mundial que vivirá en zonas áridas en 2020, frente al 22,5% en 1990 300 millones: Personas que vivirán en zonas áridas en 2020, el doble que en 1990, y se prevé que vuelvan a duplicarse en 2100 en el peor de los escenarios de cambio climático. 350 millones: Habitantes de tierras secas en Asia, más de la mitad del total mundial. 620 millones: Habitantes de tierras secas en África, casi la mitad de la población del continente. 9.1%: Porción de la Tierra clasificada como hiperárida, incluidos los desiertos de Atacama (Chile), Sáhara (África), Namib (África) y Gobi (China/Mongolia)23%: Aumento de la superficie mundial con riesgo de desertificación «moderado» a «muy alto» para 2100 en el peor escenario de emisiones+8% en riesgo «muy alto»+5% en riesgo «alto»+10% en riesgo «moderado»Degradación del medio ambiente5: Factores clave de la degradación de tierras: Aumento de la aridez, erosión de la tierra, salinización, pérdida de carbono orgánico y degradación de la vegetación. 20%: Tierra global en riesgo de transformaciones abruptas de los ecosistemas para 2100 debido al aumento de la aridez 55%: Especies (mamíferos, reptiles, peces, anfibios y aves) en riesgo de pérdida de hábitat por la aridez. Puntos calientes: (Regiones áridas): África Occidental, Australia Occidental, Península Ibérica; (Regiones húmedas): Sur de México, norte de la selva amazónica Economía12%: Descenso del PIB africano atribuido a la aridez, 1990-2015 16% / 6.7%: Pérdidas previstas del PIB en África / Asia para 2079 en un escenario de emisiones moderadas 20 millones de toneladas de maíz, 21 millones de toneladas de trigo, 19 millones de toneladas de arroz: pérdidas previstas en el rendimiento mundial de los cultivos para 2040 debido a la creciente aridez 50%: Reducción prevista del rendimiento del maíz en Kenia para 2050 en un escenario de emisiones elevadasAgua90%: Las precipitaciones en las zonas áridas se evaporan a la atmósfera, dejando un 10% para el crecimiento de las plantas67%: Se prevé que la tierra almacenará menos agua en 2100, incluso en escenarios de emisiones moderadas75%: Disminución de la disponibilidad de agua en Oriente Medio y el Norte de África desde la década de 195040%: Reducción prevista de la escorrentía andina para 2100 en un escenario de emisiones elevadas, lo que amenaza el suministro de agua en SudaméricaSalud55%: Aumento del retraso grave del crecimiento infantil en el África subsahariana en un escenario de emisiones medias debido a los efectos combinados de la aridez y el calentamiento del clima. Hasta un 12,5%: Aumento estimado del riesgo de mortalidad durante las tormentas de arena y polvo en China, 2013-2018 57% / 38%: Aumento de los niveles de polvo atmosférico fino y grueso, respectivamente, en el suroeste de EE.UU. para 2100 en los peores escenarios climáticos 220%: Aumento previsto de las muertes prematuras debidas al polvo atmosférico en el suroeste de Estados Unidos para 2100 en el escenario de altas emisiones 160%: Aumento previsto de las hospitalizaciones relacionadas con el polvo en suspensión en la misma región Incendios forestales y bosques74%: Aumento previsto de las zonas quemadas por incendios forestales en California para 2100 en escenarios de altas emisiones 40: días anuales adicionales de peligro elevado de incendios en Grecia para 2100 en comparación con los niveles de finales del siglo Notas para los editores:Aridez frente a sequíaLas regiones altamente áridas son lugares en los que una condición climática persistente a largo plazo carece de humedad disponible para sustentar la mayoría de las formas de vida y la demanda evaporativa atmosférica supera significativamente las precipitaciones. La sequía, por su parte, es un periodo anómalo y de corta duración de escasez de agua que afecta a los ecosistemas y a las personas y que suele atribuirse a escasas precipitaciones, altas temperaturas, baja humedad del aire y/o anomalías en el viento. Mientras que la sequía forma parte de la variabilidad natural del clima y puede producirse en casi cualquier régimen climático, la aridez es una condición estable cuyos cambios se producen a escalas temporales extremadamente largas bajo una presión significativa. Contactos de prensa: press@unccd.intFragkiska Megaloudi, +30 6945547877 (WhatsApp), fmegaloudi@unccd.int  Gloria Pallares, +34 606 93 1460, gpallares@unccd.intTerry Collins, +1-416-878-8712, tc@tca.tcEl informe completo, The Global Threat of Drying Lands: Tendencias regionales y mundiales de la aridez y proyecciones futuras, está disponible para los medios de comunicación en https://bit.ly/4ePoHZg 

Tres cuartas partes de la Tierra se volvieron permanentemente más secas en las últimas tres décadas, según la ONU
IISD/ENB daily coverage of COP16

The Earth Negotiations Bulletin (ENB) is providing comprehensive daily multimedia coverage of COP 16, including detailed reports, photographs and analyses of events and proceedings. The ENB is a balanced, timely and independent reporting service, covering the UN environmental and development negotiations. If is the flagship publication of the International Institute for Sustainable Development (IISD), a non-profit organization based in Canada. Many UN delegates, ministers and other governmental officials, NGOs, the business community, the academia, the. Media and UN staff who track environment and sustainable development issues consider the ENB coverage to be essential reading, respecting its impartial and comprehensive coverage.All ENB photos are free to use with attribution. 

IISD/ENB daily coverage of COP16
Call for CSO panel nominations

Dear representatives of the UNCCD accredited civil society organizations (CSOs),Through decision 5/COP16, Parties requested the UNCCD Executive Secretary “to facilitate the renewal of the membership of the Civil Society Organization Panel until the next Conference of the Parties starting immediately after sixteenth session of the Conference of the Parties, in accordance with previous decisions.”Following that request, the secretariat would like to share with you the call for nominations (see the right-hand menu) and the information related to the elections. Organizations willing to nominate representatives to serve as panel members will need to submit the documents stated in section 1 paragraph d) of the attached document. The deadline for the submission of the candidates is 18 February 2025. After that, and once the candidates have been reviewed and accepted the election process will be open from 21 February to 7 March 2025. Please share this information among your networks and come up with the best member to represent you for the next two years. Only organizations accredited to the Conference of the Parties to the UNCCD can nominate candidates

Call for CSO panel nominations
UNCCD COP16 ushers a new era for rangelands and pastoralists

For centuries, rangelands and pastoralist communities have been the backbone of cultures, economies and ecosystems around the world. Covering more than half of the Earth's land surface, these vast landscapes support two billion people and contribute significantly to global food security and climate resilience. Yet they have remained largely invisible in international policy discussions, slowly degrading under the pressures of climate change, unsustainable land use and economic expansion.   At UNCCD COP16 in Riyadh, nations took a decisive step by adopting a decision on rangelands and pastoralists, marking an unprecedented commitment to protect these critical ecosystems and the people who depend on them. This commitment represents a fundamental shift, placing rangelands alongside forests and wetlands in global conservation efforts and ensuring that their role in climate resilience, biodiversity conservation and food security is fully recognized.   Why rangelands are more important than ever Rangelands and grasslands provide one-sixth of the world's food supply and store nearly one-third of the planet's carbon stocks in their deep-rooted soils. They are vital to smallholder herders, farmers and indigenous communities, yet more than 50 per cent of these ecosystems are now degraded.  As Ibrahim Thiaw, Executive Secretary of the United Nations Convention to Combat Desertification (UNCCD), warns, their decline is often overlooked: "When a forest is destroyed, the loss is visible and causes immediate concern. But rangeland degradation is silent, often unnoticed and undervalued." He emphasizes the urgent need for global action to protect these landscapes before it is too late.  Beyond their economic significance, healthy rangelands stabilize soil, prevent erosion, regulate water cycles, enhance biodiversity, and store carbon – essential functions in the fight against climate change. Yet, despite their immense ecological value, these landscapes have historically received far less attention and funding than forests and wetlands. Recognizing this oversight, the United Nations General Assembly has declared 2026 as the International Year of Rangelands and Pastoralists (IYRP), a global initiative designed to highlight the indispensable contributions of rangelands and pastoralist communities to our planet’s health and economies. A landmark decision at COP16 For the first time, UNCCD Parties adopted a decision to promote the sustainable management, restoration and conservation of rangelands – vast ecosystems used for grazing – ahead of COP17, which will be hosted by Mongolia in 2026.   Countries have pledged to improve pastoralists' land rights by aligning with international guidelines, strengthening legal protections and ensuring access to rangelands. The decision also emphasizes the value of Indigenous and local knowledge in sustainable land management, recognizing the role of traditional pastoral practices in conserving these ecosystems for future generations. Commitments were made to mobilize public-private partnerships, establish biodiversity credits and develop innovative financing models to ensure long-term investment.  This pivotal shift ends decades of neglect and places rangelands at the centre of global sustainability efforts. It aligns with the Kunming-Montreal Global Biodiversity Framework and the UN Decade of Ecosystem Restoration and strengthens their integration into national biodiversity and climate strategies and action plans. With Mongolia set to host UNCCD COP17 in 2026, the global community has a unique opportunity to cement rangelands as a key focus of environmental policy. Plans are already underway to develop a UNCCD Flagship Initiative on Rangelands, which will foster international cooperation, secure large-scale funding for restoration, and facilitate knowledge sharing between scientists and pastoral communities.    However, systemic challenges remain. Conflicting land use policies, economic pressures and a lack of formal recognition of pastoralists' rights continue to threaten rangeland sustainability. Many pastoralist communities face displacement due to land conversion, mining and large-scale agricultural projects that prioritize short-term economic gains over long-term ecosystem health. Addressing these issues requires an integrated approach that combines scientific research, policy reform and traditional land management.    Translating commitments into action   “The commitments at UNCCD COP16 mark a turning point, but success depends on sustained collaboration. Governments must work closely with pastoralists and livestock value chain agents, conservation groups and financial institutions, to scale up investment through sustainable financing and innovative tools.” said Enrique Michaud co-chair of the IYRP Global Alliance. "Securing pastoralists' land rights is crucial to prevent displacement and conflict, to ensure access to their traditional rangelands and to fortify the ecosystem services they provide." Sustainable rangeland and land-use planning must balance conservation efforts with the economic realities of pastoral livelihoods, promoting land management strategies that maintain ecosystem health while supporting local economies. Rangeland conservation must also be fully integrated into national and global climate adaptation strategies to ensure that these landscapes contribute to long-term resilience to climate change and desertification.   Ensuring rangeland sustainability is not just an environmental imperative – it is a necessity for climate security, food sovereignty and cultural preservation. As UNCCD Parties and partners prepare for COP17, the momentum generated at COP16 must be translated into real action.  About UNCCD The United Nations Convention to Combat Desertification (UNCCD) is an international agreement on good land stewardship. It helps people, communities and countries create wealth, grow economies and secure enough food, clean water and energy by ensuring land users an enabling environment for sustainable land management. Through partnerships, the Convention’s 197 parties set up robust systems to manage drought promptly and effectively. Good land stewardship based on sound policy and science helps integrate and accelerate achievement of the Sustainable Development Goals, builds resilience to climate change and prevents biodiversity loss. https://unccd.int About the International Year of Rangelands and Pastoralists On the initiative of Mongolia, the United Nations General Assembly has designated 2026 the International Year of Rangelands and Pastoralists (IYRP 2026) to enhance rangeland management and the lives of pastoralists. With this declaration, UN Member States are called upon to invest in sustainable rangeland management, to restore degraded lands, to improve market access by pastoralists, to enhance livestock extension services, and to fill knowledge gaps on rangelands and pastoralism. The IYRP 2026 will coincide with the UNCCD COP17 to be hosted by Mongolia. https://iyrp.info 

UNCCD COP16 ushers a new era for rangelands and pastoralists
What you need to know about the first AI-driven tool for drought resilience

To what extent are a country’s economy, people, and infrastructure able to cope with drought and how can they do better? That is what the latest initiative of IDRA looks to answer, as 75 per cent of Earth’s land has become permanently drier in the last three decades and drought is driving forced displacement, disrupting shipping and hampering food and energy production around the world.The International Drought Resilience Observatory (IDRO), the first global AI-driven platform for proactive drought management, unveiled its prototype at the 16th Conference of the Parties (COP16) of the UN Convention to Combat Desertification (UNCCD) in Riyadh, which laid the groundwork for a future global drought regime.As the tool enters its final development phase ahead of the next UN land conference, which will take place in Mongolia in 2026, IDRO developers and partners break down what sets the Observatory apart, how it fits with existing drought-related initiatives, and why it matters for climate change adaptation.What kind of insights does IDRO provide?IDRO sheds light on the capacity of territories to anticipate, prepare for, and adapt to drought from various perspectives —built environments, natural environments, communities, and the economy. By selecting different variables, users from the global to the local level can generate visualizations to understand where the pain points are and set priorities for action.“With IDRO, authorities and land and water managers will be able to analyze and visualize key drought resilience indicators as the basis for better decisions,” says UNCCD Senior Advisor Edgar Gutiérrez-Espeleta.Importantly, users needn’t be specialists to use, and draw value from, the tool, which can support interventions across global, regional, country, and local scales.Why do we need an International Drought Resilience Observatory?“We must move from merely assessing drought risks towards building resilience,” says Andrea Toreti, senior scientist at the European Commission’s Joint Research Centre (EC- JRC), who coordinates the Copernicus European and Global Drought Observatories. “This is precisely IDRO’s added value: helping to quantify and evaluate the drought resilience status of a place to inform action on the ground.”The confirmation of 2024 as the warmest year on record highlights the growing urgency to turn science and data into policies and policies into action.“Simply put, we cannot adapt to climate change without building drought resilience,” says Roger Pulwarty, Senior Scientist at the Physical Sciences Laboratory of the US National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). State Secretary of Environment of Spain Hugo Morán, UNCCD Executive Secretary Ibrahim Thiaw, Deputy Minister for Environment of Saudi Arabia Osama Faqeeha, Minister of Environment and Ecological Transition of Senegal Daouda Ngom, and European Commissioner for Environment, Water Resilience and a Competitive Circular Economy Jessika Roswall, during the IDRO presentation at COP16 in December 2024.What unique value does IDRO add to existing drought databases and tools?In the past decade, experts have produced a wealth of data, indicators and metrics on drought and have advocated for a shift in emphasis from response to preparedness. However, the breadth and complexity of this information and the fact that it is scattered means it can be hard for busy decision-makers to use it.IDRO will draw on the best available data globally —including NASA’s and Copernicus’— to answer queries in a format that non-specialists can easily assimilate.“IDRO will package complex drought resilience information into accessible, customizable, and highly actionable formats, unlocking a world of possibilities in terms of assessing priorities, targeting investments, and monitoring progress,” says Hugo Morán, State Secretary of Environment of Spain, which co-chairs IDRA.Who is leading the development of IDRO?IDRO is an initiative of the International Drought Resilience Alliance (IDRA), a global coalition of more than 70 countries and organizations hosted by the UNCCD.The creation of the Observatory is overseen by the IDRA secretariat in collaboration with the Yale Center for Ecosystems + Architecture, which acts as a developer, and top experts from governmental, non-governmental, multilateral, and research organizations from around the world.At a COP16 event on IDRO, Executive Secretary of UNCCD Ibrahim Thiaw pointed out the systemic nature of drought and the need to tackle it together: “We can only achieve meaningful results by joining forces; IDRO is a perfect example of the collaborative mindset we require to protect people from impending and future droughts.”The Minister of Environment and Ecological Transition of Senegal Daouda Ngom, who co-chairs IDRA, also welcomed the development of the Observatory: “It reaffirms our joint commitment to making drought resilience a cornerstone of sustainable development and international cooperation.”What initiatives does IDRO build on?The Drought Initiative, launched by UNCCD in 2018, has already supported more than 70 countries in creating national drought plans and improving the technical and institutional capacity to enhance drought management. Additionally, it put together a toolbox that stakeholders can use to boost the resilience of people and ecosystems to drought.How does IDRO relate to initiatives like the Riyadh Drought Partnership?Unveiled at UNCCD COP16, the Riyadh Global Drought Resilience Partnership is a financial facility launched by Saudi Arabia —an IDRA member since 2024— to support 80 of the world’s most vulnerable countries in preparing for drought.IDRA, which is currently focused on mobilizing political will and developing innovative tools like IDRO, is proud to have inspired the Partnership and the Arab Coordination Group to raise USD 12.15 billion for the land and drought agenda, as announced during COP16.“IDRO will provide critical information to vulnerable communities and synergize with the Riyadh Partnership,” said Deputy Minister for Environment of Saudi Arabia Osama Faqeeha at an IDRO event at the UN conference.What is next for IDRO?IDRA is convening leading drought experts and allies to fine tune suitable environmental and social indicators for drought resilience; further develop the functionalities of the Observatory, which harnesses remote-sensing data and AI; and enhance data collection and visualization. The final version of IDRO, with all its functionalities, is expected to launch at UNCCD COP17 in Mongolia in 2026. 

What you need to know about the first AI-driven tool for drought resilience
La conferencia de las Naciones Unidas en Riad traza el camino para la acción mundial sobre tierras y sequía

Riad, Arabia Saudí, 14 de diciembre 2024 — Tras dos semanas de intensas negociaciones sobre cómo hacer frente a la degradación de tierras, la desertificación y la sequía, hoy ha concluido en Riad, Arabia Saudí, la mayor y más inclusiva conferencia sobre tierra de la historia de las Naciones Unidas.Los cerca de 200 países reunidos en la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) se han comprometido a priorizar la restauración de tierras y la resiliencia a la sequía en las políticas nacionales y la cooperación internacional, reconociendo que es indispensable para garantizar la seguridad alimentaria y la adaptación al cambio climático. Las naciones  también han logrado avances significativos en las negociaciones de un futuro régimen mundial contra la sequía, que se proponen completar en la COP17 de Mongolia en 2026.Durante la COP16,  se han logrado compromisos de más de 12.000 millones de dólares para hacer frente a la degradación de tierras y la sequía en todo el mundo, especialmente en los países más vulnerables.Entre los principales acuerdos alcanzados en la COP16 están la creación de un Caucus para los Pueblos Indígenas y un Caucus para las Comunidades Locales con el fin de garantizar que sus perspectivas y los retos específicos que enfrentan estén adecuadamente representados; la continuación de la Interfaz Ciencia-Política de la Convención para reforzar la toma de decisiones basada en la ciencia; y la movilización del sector privado en el marco de la iniciativa Business4Land.La COP16 ha sido la mayor y más inclusiva de las COP de la CNULD hasta la fecha: ha atraído a más de 20.000 participantes, unos 3.500 de ellos de la sociedad civil, y ha contado con más de 600 eventos como parte de la primera Agenda de Acción para implicar a los actores no estatales en el trabajo de la Convención. En una declaración preparada, la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina J. Mohammed, ha subrayado: “Nuestro trabajo no termina con la clausura de la COP16. Debemos seguir haciendo frente a la crisis climática con una llamada a la inclusión, la innovación y la resiliencia. Los jóvenes y los pueblos indígenas deben estar en el centro de estas conversaciones. Su sabiduría, sus voces y su creatividad son indispensables para construir un futuro sostenible con esperanzas renovadas para las generaciones venideras”.En su discurso de clausura, el Presidente de la COP16, el Ministro de Medio Ambiente, Agua y Agricultura de Arabia Saudí, Abdulrahman Alfadley, afirmó que la reunión ha marcado un punto de inflexión en la concienciación internacional sobre la acuciante necesidad de acelerar la restauración de tierras y la resiliencia a la sequía. “La acogida de esta importante conferencia refleja el compromiso de Arabia Saudí con las cuestiones medioambientales y el desarrollo sostenible. Asimismo, reafirma su dedicación a trabajar con todas las partes para preservar los ecosistemas, mejorar la cooperación internacional para combatir la degradación de la tierra y la desertificación y enfrentar la sequía. Confiamos en que los resultados de esta sesión conduzcan a un cambio significativo que refuerce los esfuerzos para preservar la tierra, reducir su degradación, aumentar las capacidades para enfrentar la sequía y contribuir al bienestar de las comunidades de todo el mundo”.En su intervención en la sesión plenaria de clausura de la COP16, el Secretario General Adjunto y Secretario Ejecutivo de la CNULD, Ibrahim Thiaw, declaró: “Como hemos debatido y presenciado, las soluciones están a nuestro alcance. Las medidas que tomemos hoy darán forma no sólo al futuro de nuestro planeta, sino también a las vidas, los medios de subsistencia y las oportunidades de quienes dependen de él”. Además, Thiaw destacó una evolución significativa en el enfoque global de los problemas relacionados con la degradación de tierras y la sequía, reiterando su interconexión con problemas globales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la seguridad alimentaria, la migración forzada y la estabilidad global. Necesidades financieras y compromisosDurante la Conferencia, se dio a conocer que la CNULD necesita al menos 2,6 billones de dólares en inversiones totales para 2030 para restaurar más de 1.000 millones de hectáreas de tierras degradadas y aumentar la resiliencia a la sequía. Esto equivale a 1 billón de dólares en inversiones diarias de aquí a 2030 para alcanzar los objetivos mundiales de restauración de tierras y luchar contra la desertificación y la sequía.Asimismo, se anunciaron nuevos compromisos para la recuperación de tierras a gran escala y la preparación ante la sequía. Un ejemplo es la Alianza Mundial de Riad para la Resiliencia ante la Sequía, que movilizó 12.150 millones de dólares para ayudar a 80 de los países más vulnerables del mundo a aumentar su resiliencia ante la sequía. Ello incluye un compromiso de 10.000 millones de USD del Grupo Árabe de Coordinación, que también contempla la degradación de tierras.La Gran Muralla Verde (GGW), una iniciativa liderada por África para restaurar 100 millones de hectáreas de tierras degradadas, también movilizó 11 millones de euros del Gobierno italiano para restaurar paisajes en el Sahel y 3,6 millones de euros del Gobierno austríaco para reforzar la coordinación y aplicación de la iniciativa en 22 países africanos. El impulso forma parte del Acelerador GGW, un esfuerzo respaldado por la CNULD para alcanzar las ambiciones de un Sahel más verde y próspero. Además, Estados Unidos y varios países y organizaciones aliadas anunciaron inversiones totales de casi 70 millones de dólares para impulsar la Visión de Cultivos y Suelos Adaptados (VACS). Esta iniciativa pretende crear sistemas alimentarios resilientes basados en cultivos diversos, nutritivos, adaptados al clima, y plantados en suelos sanos.La primera COP de la CNULD en Oriente Medio y el Norte de África ha brindado la oportunidad de arrojar luz sobre los retos específicos a los que se enfrenta la región y poner de relieve soluciones innovadoras a la degradación de tierras y la sequía. El Reino de Arabia Saudí anunció cinco nuevos proyectos por valor de 60 millones de dólares para intensificar los esfuerzos climáticos y medioambientales como parte de la Iniciativa Verde Saudí. La Presidencia de la COP16 de la CNULD también anunció el lanzamiento de una iniciativa internacional de vigilancia de las tormentas de arena y polvo. Este esfuerzo, que forma parte de un sistema regional de alerta temprana, pretende complementar los esfuerzos existentes supervisados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).El Observatorio Internacional de la Resiliencia a la Sequía (IDRO), cuyo prototipo se presentó en la COP16, será la primera plataforma mundial impulsada por IA para ayudar a los países a evaluar y mejorar su capacidad de hacer frente a sequías más duras. Esta innovadora herramienta es una iniciativa de la Alianza Internacional para la Resiliencia a la Sequía (IDRA), de la que Arabia Saudí es miembro desde hace poco.Más voz para los pueblos indígenas y otros actores no estatalesEn una decisión histórica, las Partes solicitaron la creación de un Caucus para los Pueblos Indígenas y un Caucus para las Comunidades Locales. El objetivo es garantizar que sus perspectivas y prioridades únicas estén adecuadamente representadas en los trabajos del Convenio. La declaración ‘Tierras Sagradas’, presentada durante el Foro inaugural de los Pueblos Indígenas en una COP de la CNULD, subrayó el papel de los Pueblos Indígenas en la gestión sostenible de los recursos y pidió una mayor implicación en la gobernanza mundial de la tierra y la sequía, incluyendo la participación en los esfuerzos de restauración de la tierra. “Hoy se ha hecho historia”, afirmó el representante de los Pueblos Indígenas, Oliver Tester, de Australia. “Esperamos poder defender nuestro compromiso de proteger a la Madre Tierra a través de un grupo creado específicamente para nuestros pueblos, y dejamos esta Conferencia confiando en que nuestras voces serán escuchadas”. En la COP16 también se registró la mayor participación juvenil hasta la fecha, sobre la base de la Estrategia y Plan de Acción de la CNULD para la Participación Juvenil, que pretende dar a los jóvenes un papel más destacado en las negociaciones y acciones sobre tierras y sequía, y proporcionar apoyo técnico y financiero a las iniciativas lideradas por jóvenes. En materia de género, los países subrayaron la necesidad de prestar especial atención a todas las formas de discriminación que sufren las mujeres y las niñas a la hora de diseñar y aplicar políticas y programas relacionados con la degradación de tierras y la sequía.En reconocimiento del importante papel del sector privado, que actualmente sólo aporta el 6% de la financiación destinada a la restauración de tierras y la resiliencia a la sequía, las Partes han encomendado a la Secretaría de la CNULD y al Mecanismo Mundial que movilicen a este sector en el marco de la iniciativa Business4Land. La decisión remarca el papel fundamental que deben jugar la iniciativa privada; las estrategias ambientales, sociales y de gobernanza (ESG); y la financiación sostenible para hacer frente a los retos de la degradación de tierras y la sequía. La decisión llega tras el Foro Business4Land, que reunió al mayor número de participantes del sector privado en una COP de la CNULD —más de 400–- de sectores como el financiero, la moda, el agroalimentario y el farmacéutico.Nuevos datos científicos sobre tierras y sequíaReconociendo el papel de la ciencia como base de políticas sólidas, las Partes acordaron mantener la Interfaz Ciencia-Política (ISP) de la CNULD, creada en la COP11 en 2013 para traducir los hallazgos científicos en recomendaciones para los responsables de la toma de decisiones. En la COP16, por ejemplo, la SPI ha presentado pruebas definitivas de que tres cuartas partes de la superficie terrestre libre de hielo se han vuelto permanentemente más secas en los últimos 30 años, con una previsión de que 5.000 millones de personas vivan en zonas áridas para 2100, lo que demuestra la urgencia de tomar medidas.Un nuevo informe de la CNULD, La amenaza mundial de las tierras áridas: Tendencias regionales y mundiales de la aridez y proyecciones futuras, revela que alrededor del 77,6% de la superficie terrestre ha experimentado condiciones más secas desde la década de 1990 en comparación con el período anterior de 30 años. Durante el mismo periodo, las tierras secas —zonas áridas con escasas precipitaciones— se expandieron en unos 4,3 millones de km2, lo que equivale a una superficie casi un tercio mayor que la de la India, el séptimo país más grande del mundo. Las tierras secas cubren ahora el 40,6% de toda la tierra del planeta, excluida la Antártida.Siete de los nueve límites planetarios se ven afectados negativamente por el uso insostenible de la tierra, destaca el informe de la CNULD Stepping back from the precipice: Transforming land management to stay within planetary boundaries, elaborado en colaboración con el Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, que explica cómo la degradación de tierras está socavando la capacidad de la Tierra para sostener una población humana creciente. El informe reitera que la agricultura es responsable del 23% de las emisiones de gases de efecto invernadero, del 80% de la deforestación y del 70% del uso de agua dulce, y pide una transición urgente del uso de la tierra para alejarse del precipicio.Según los informes Atlas Mundial de la Sequía y Economía de la Resiliencia a la Sequía, publicados recientemente por la CNULD, las sequías afectan a los medios de subsistencia de 1.800 millones de personas en todo el mundo, poniendo al borde del abismo a comunidades ya de por sí vulnerables. También suponen un coste estimado de 300.000 millones de dólares al año, amenazando sectores económicos clave como la agricultura, la energía y el agua. De Riad a MongoliaPor primera vez, las Partes de la CNULD tomaron una decisión que fomenta la gestión sostenible, la restauración y la conservación de los pastizales —vastos ecosistemas utilizados para el pastoreo— antes de la COP17, que acogerá Mongolia en 2026 durante el Año Internacional de los Pastizales y el Pastoreo. Estos ecosistemas cubren la mitad de la superficie terrestre del planeta y son el uso dominante de la tierra en las zonas áridas del mundo, pero durante mucho tiempo se han pasado por alto y están desapareciendo más rápidamente que las selvas tropicales. La degradación de los pastizales amenaza una sexta parte del suministro mundial de alimentos y puede agotar un tercio de las reservas de carbono de la Tierra. Unos 2.000 millones de personas que viven en zonas de pastoreo se encuentran entre las más vulnerables del mundo frente a la desertificación, la degradación de tierras y la sequía. FINNOTASConsultas de los medios de comunicación:Para consultas de los medios de comunicación, póngase en contacto con la Oficina de Prensa de la CNULD en press@unccd.int o unccd@portland-communications.com.Las decisiones de la COP16 están disponibles aquí: https://www.unccd.int/cop16/official-documents*Desertificación: degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas como resultado de la actividad humana.Acerca de la CNULDLa Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) es un acuerdo internacional sobre la buena gestión de tierras que ayuda a las comunidades y a los países a crear prosperidad y asegurar alimentos suficientes, agua limpia y energía. Las 197 Partes de la Convención también impulsan una gestión proactiva y eficaz de la sequía. Una buena gestión de la tierra basada en políticas y conocimientos científicos ayuda a integrar y a acelerar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aumenta la resiliencia al cambio climático y evita la pérdida de biodiversidad.Acerca de la COP16La Conferencia de las Partes (COP) fue establecida por la Convención como su principal órgano de toma de decisiones. Está formada por las 197 Partes de la CLD (196 países y la Unión Europea) y es responsable de orientar la Convención para que pueda responder a los retos mundiales y a las necesidades nacionales. La COP16 de la CNULD ha sido un evento crucial para aumentar la ambición global y acelerar la acción sobre la resiliencia de la tierra y la sequía a través de un enfoque centrado en las personas. Coincidiendo con el 30º aniversario de la Convención, la COP16 de la CNULD ha sido la primera gran conferencia de las Naciones Unidas organizada por el Reino de Arabia Saudí. También ha sido la primera vez que una COP de la CNULD se celebraba en la región de Oriente Medio y Norte de África (MENA), que conoce de primera mano los impactos de la degradación de tierras y la sequía.

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