Tres cuartas partes de la Tierra se volvieron permanentemente más secas en las últimas tres décadas, según la…
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9 Diciembre 2024
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Press release
- La aridez: La «crisis existencial» que redefine la vida en la Tierra
- Cinco mil millones de personas podrían verse afectadas en 2100
Riad, Arabia Saudí – A pesar de que en algunas partes del mundo se han intensificado las catástrofes relacionadas con el agua, como inundaciones y tormentas, más de tres cuartas partes de la Tierra se han vuelto permanentemente más secas en las últimas décadas, según han advertido hoy científicos de la ONU en un nuevo y crudo análisis.
Alrededor del 77,6% de la superficie terrestre experimentó condiciones más secas durante las tres décadas previas a 2020, en comparación con el período anterior de 30 años, según el histórico informe de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD).
Durante el mismo periodo, las tierras secas se expandieron en unos 4,3 millones de km2 (una superficie casi un tercio mayor que la India, el séptimo país más grande del mundo) y ahora cubren el 40,6% de toda la tierra del planeta, excluyendo la Antártida. En las últimas décadas, un 7,6% de las tierras del planeta, una superficie mayor que la de Canadá, han atravesado umbrales de aridez; es decir, han pasado de no ser tierras secas a ser tierras secas, o de clases de tierras secas menos áridas a clases más áridas.
La mayoría de estas zonas han pasado de ser paisajes húmedos a tierras secas, con graves consecuencias para la agricultura, los ecosistemas y sus habitantes.
La investigación advierte de que, si el mundo no consigue frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, otro 3% de las zonas húmedas del planeta se convertirán en tierras secas a finales de este siglo.
En escenarios de altas emisiones de gases de efecto invernadero, se prevé la expansión de las tierras secas en el medio oeste de Estados Unidos, el centro de México, el norte de Venezuela, el noreste de Brasil, el sureste de Argentina, toda la región mediterránea, la costa del Mar Negro, amplias zonas del sur de África y el sur de Australia.
El informe, ‘La amenaza global de las tierras que se secan : tendencias regionales y mundiales en materia de aridez y proyecciones futuras’, se presentó en la 16ª Conferencia de las casi 200 Partes de la CNULD celebrada en Riad (Arabia Saudí) (COP16), la mayor conferencia de las Naciones Unidas sobre la tierra hasta la fecha, y la primera COP de la CNULD que se celebra en Oriente Medio, una región profundamente afectada por los impactos de la aridez.
«Este análisis disipa por fin una incertidumbre que ha rodeado durante mucho tiempo las tendencias mundiales en materia de aridez», afirma Ibrahim Thiaw, Secretario Ejecutivo de la CNULD. «Por primera vez, la crisis de la aridez se ha documentado con claridad científica, revelando una amenaza existencial que afecta a miles de millones en todo el planeta».
«A diferencia de las sequías — períodos temporales de escasas precipitaciones —, la aridez representa una transformación permanente e implacable», añade. «Las sequías terminan. Sin embargo, cuando el clima de una zona se vuelve más árido, se pierde la capacidad de volver a las condiciones anteriores. Los climas más áridos que afectan ahora a vastas tierras de todo el planeta no volverán a ser como antes y este cambio está redefiniendo la vida en la Tierra.»
El informe de la UNCCD Science-Policy Interface (SPI), el organismo de la ONU encargado de evaluar la ciencia de la degradación de la tierra y la sequía, señala al cambio climático provocado por el ser humano como el principal impulsor de este cambio. Las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de la generación de electricidad, el transporte, la industria y los cambios en el uso del suelo y otras actividades humanas calientan el planeta y afectan a las precipitaciones, la evapo-transpiración y la vida vegetal, creando unas condiciones que aumentan la aridez.
Los datos del índice de aridez mundial (IA) rastrean estas condiciones y revelan cambios generalizados a lo largo de las décadas.
Puntos calientes de la aridificación
Entre las zonas más afectadas por la tendencia a la desecación figuran casi toda Europa (el 95,9% de su territorio), partes del oeste de Estados Unidos, Brasil, zonas de Asia (sobre todo del este) y África central.
- Partes del oeste de Estados Unidos y Brasil: Tendencias significativas a la desecación, con escasez de agua e incendios forestales que se convierten en peligros perennes
- Mediterráneo y sur de Europa: Antaño consideradas graneros agrícolas, estas zonas se enfrentan a un futuro sombrío a medida que se extienden las condiciones semiáridas
- África Central y partes de Asia: Zonas biológicamente megadiversas están sufriendo la degradación de sus ecosistemas y la desertificación, poniendo en peligro innumerables especies
Por el contrario, menos de una cuarta parte de la superficie terrestre del planeta (22,4%) experimentó condiciones más húmedas, con zonas en el centro de Estados Unidos, la costa atlántica de Angola y partes del sudeste asiático que mostraron cierto aumento de la humedad.
La tendencia general, sin embargo, es clara: las tierras áridas se están expandiendo, forzando a los ecosistemas y a las sociedades a sufrir los impactos de la aridez, que amenaza la vida.
El informe menciona a Sudán del Sur y Tanzania como las naciones con el mayor porcentaje de tierras en transición a tierras secas, y a China como el país que experimenta el mayor cambio de superficie total de tierras no secas a tierras secas.
Para los 2.300 millones de personas — más del 25% de la población mundial— que viven en las tierras secas en expansión, esta nueva normalidad exige soluciones duraderas y adaptables. La degradación de la tierra relacionada con la aridez, conocida como desertificación, representa una grave amenaza para el bienestar humano y la estabilidad ecológica.
Y a medida que el planeta sigue calentándose, las proyecciones sugieren que hasta 5.000 millones de personas podrían vivir en tierras áridas a finales de siglo, enfrentándose a suelos agotados, recursos hídricos menguantes y la disminución o el colapso de ecosistemas antaño prósperos.
La migración forzada es una de las consecuencias más visibles de la aridez. A medida que la tierra se vuelve inhabitable, las familias y comunidades enteras que se enfrentan a la escasez de agua y al colapso de la agricultura a menudo no tienen más remedio que abandonar sus hogares, lo que provoca problemas sociales y políticos en todo el mundo. Desde Oriente Medio hasta África y el sur de Asia, millones de personas ya se están desplazando, una tendencia que se intensificará en las próximas décadas.
El impacto devastador de la aridez
Según el informe, los efectos de la creciente aridez son múltiples, se producen en cascada y afectan a casi todos los aspectos de la vida y la sociedad.
El informe advierte de que una quinta parte de la superficie terrestre podría sufrir transformaciones bruscas de los ecosistemas debido al aumento de la aridez a finales de siglo, lo que provocaría cambios drásticos (como la transformación de bosques en praderas y otros cambios) y la extinción de muchas plantas, animales y otros tipos de vida.
- La aridez se considera el principal factor de degradación de los sistemas agrícolas, ya que afecta al 40% de las tierras cultivables del planeta.
- El aumento de la aridez es responsable del descenso del 12% del producto interior bruto (PIB) registrado en los países africanos entre 1990 y 2015.
- Se prevé que más de dos tercios de las tierras del planeta (excluidas Groenlandia y la Antártida) almacenarán menos agua a finales de siglo si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, aunque sea ligeramente.
- La aridez se considera una de las cinco causas más importantes de degradación del suelo (junto con la erosión, la salinización, la pérdida de carbono orgánico y la degradación de la vegetación).
- El aumento de la aridez en Oriente Medio se ha relacionado con el aumento de la frecuencia y la magnitud de las tormentas de arena y polvo en la región.
- Se espera que el aumento de la aridez contribuya a incendios forestales más grandes e intensos en un futuro alterado por el clima, sobre todo por su impacto en la muerte de árboles en los bosques semiáridos y la consiguiente disponibilidad creciente de biomasa seca para quemar.
- Los efectos de la creciente aridez sobre la pobreza, la escasez de agua, la degradación de la tierra y la insuficiente producción de alimentos se han relacionado con el aumento de las tasas de enfermedad y muerte en todo el mundo, especialmente entre los niños y las mujeres.
- El aumento de la aridez y la sequía desempeña un papel clave en el incremento de las migraciones humanas en todo el mundo, especialmente en las zonas hiperáridas y áridas del sur de Europa, Oriente Medio y Norte de África y el sur de Asia.
El informe marca un punto de inflexión
Durante años, documentar el aumento de la aridez ha sido todo un reto, afirma el informe. Su naturaleza a largo plazo y la intrincada interacción de factores como las precipitaciones, la evapo- transpiración de las plantas dificultaban el análisis. Los primeros estudios arrojaron resultados contradictorios, a menudo enturbiados por la cautela científica.
El nuevo informe marca un punto de inflexión, aprovechando modelos climáticos avanzados y metodologías estandarizadas para ofrecer una evaluación definitiva de las tendencias mundiales de la desecación y confirmando el inexorable aumento de la aridez, al tiempo que proporciona una visión crítica de sus causas subyacentes y su posible trayectoria futura.
Recomendaciones
El informe ofrece una hoja de ruta completa para hacer frente a la aridez, haciendo hincapié tanto en la mitigación como en la adaptación. Entre sus recomendaciones
- Reforzar la vigilancia de la aridez
Integrar la medición de la aridez en los sistemas existentes de vigilancia de la sequía. Este enfoque permitiría la detección temprana de cambios y ayudaría a orientar las intervenciones antes de que empeoren las condiciones. Plataformas como la nueva Herramienta de Información Visual sobre la Aridez proporcionan a los responsables políticos y a los investigadores datos valiosos que permiten alertas tempranas e intervenciones oportunas. Las evaluaciones normalizadas pueden mejorar la cooperación mundial y servir de base a las estrategias locales de adaptación.
- Mejorar las prácticas de uso de la tierra
Incentivar sistemas sostenibles de uso de la tierra puede mitigar los efectos del aumento de la aridez, sobre todo en las regiones vulnerables. Los enfoques innovadores, holísticos y sostenibles de la gestión de la tierra son el tema central de otro nuevo informe de la Interfaz Ciencia - Políticas de la CNULD Sustainable Land Use Systems: The path to collectively achieving Land Degradation Neutrality, disponible en https://bit.ly/3ZwkLZ3. La publicación explora cómo el uso de la tierra en un lugar afecta a otros lugares; prioriza la resiliencia ante el cambio climático u otras perturbaciones, y fomenta la participación y el compromiso de las comunidades indígenas y locales, así como de todos los niveles de gobierno. Proyectos como la Gran Muralla Verde (una iniciativa de restauración de tierras que se extiende de oeste a este de África) demuestran el potencial de los esfuerzos holísticos a gran escala para combatir la aridez y restaurar los ecosistemas, al tiempo que se crean puestos de trabajo y se estabilizan las economías.
- Invertir en eficiencia hídrica
Acompañadas de políticas adecuadas, tecnologías como la recogida de agua de lluvia, el riego por goteo y el reciclaje de aguas residuales ofrecen soluciones prácticas para gestionar los escasos recursos hídricos de las regiones áridas.
- Aumentar la resiliencia de las comunidades vulnerables
El conocimiento local, la capacitación, la justicia social y el pensamiento holístico son vitales para la resiliencia. El informe anima a los responsables de la toma de decisiones a aplicar una gobernanza responsable, proteger los derechos humanos (incluido el acceso seguro a la tierra) y garantizar la rendición de cuentas y la transparencia. Los programas de desarrollo de capacidades, el apoyo financiero, los programas educativos, los servicios de información climática y las iniciativas impulsadas por la comunidad capacitan a los más afectados por la aridez para adaptarse a las condiciones cambiantes. Los agricultores que adoptan cultivos resistentes a la sequía o los pastores que adoptan un ganado más tolerante a la aridez son ejemplos de adaptación gradual.
- Apostar por la cooperación internacional
El marco de Neutralidad de la Degradación de Tierras de la CNULD proporciona un modelo para alinear las políticas nacionales con los objetivos internacionales, garantizando una respuesta unificada a la crisis. Los Planes Nacionales de Adaptación deben incorporar la aridez junto con la planificación de la sequía para crear estrategias cohesionadas que aborden los retos de la gestión del agua y la tierra. La colaboración intersectorial a nivel mundial, facilitada por marcos como la CNULD, es esencial para ampliar las soluciones.
Comentarios
Barron Orr, científico jefe de la CNULD : «Durante décadas, los científicos del mundo han señalado que nuestras crecientes emisiones de gases de efecto invernadero están detrás del calentamiento global. Ahora, por primera vez, un organismo científico de la ONU advierte de que la quema de combustibles fósiles también está provocando la desecación permanente de gran parte del planeta, con efectos potencialmente catastróficos sobre el acceso al agua que podrían acercar aún más a las personas y a la naturaleza a puntos de inflexión desastrosos. A medida que grandes extensiones de tierra se vuelven más áridas, las consecuencias de la inacción son cada vez más nefastas y la adaptación ya no es opcional, sino imperativa».
Nichole Barger, Presidenta de la Interfaz Ciencia-Política de la CNULD : «Sin esfuerzos concertados, miles de millones de personas se enfrentan a un futuro marcado por el hambre, los desplazamientos y el declive económico. Sin embargo, si adoptamos soluciones innovadoras y fomentamos la solidaridad mundial, la humanidad puede hacer frente a este reto. La cuestión no es si tenemos las herramientas para responder, sino si tenemos la voluntad de actuar».
Sergio Vicente-Serrano, coautor principal del informe y experto en aridez del Instituto Pirenaico de Ecología de España : "La claridad del informe es una llamada de atención para los responsables políticos: abordar la aridez exige algo más que ciencia: requiere una diversidad de perspectivas y sistemas de conocimiento. Entrelazando los conocimientos indígenas y locales con datos de vanguardia, podemos elaborar estrategias más sólidas e inteligentes para frenar el avance de la aridez, mitigar sus efectos y prosperar en un mundo seco.»
Narcisa Pricope, coautora principal, catedrática de geociencias y vicepresidenta asociada de investigación de la Universidad Estatal de Mississippi, EE. UU. : «Este informe subraya la necesidad crítica de abordar la aridez como un reto global definitorio de nuestro tiempo. Uniendo diversos conocimientos y aprovechando tecnologías de vanguardia, no sólo estamos midiendo el cambio, sino que estamos elaborando una hoja de ruta para la resiliencia. Abordar la aridez exige una visión colaborativa que integre la innovación, las soluciones adaptativas y el compromiso de garantizar un futuro sostenible para todos».
Andrea Toreti, coautor principal y científico superior del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea : «El aumento de la aridez remodelará el paisaje mundial, desafiando los modos de vida tradicionales y obligando a las sociedades a reimaginar su relación con la tierra y el agua. Al igual que ocurre con el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, hacer frente a la aridez requiere una acción internacional coordinada y un compromiso inquebrantable con el desarrollo sostenible.»
En cifras:
Principales tendencias y proyecciones mundiales
- 77.6%: Proporción de la superficie terrestre que experimentó climas más secos entre 1990 y 2020 en comparación con los 30 años anteriores
- 40.6%: Masa terrestre mundial (excluida la Antártida) clasificada como tierras secas, frente al 37,5% de los últimos 30 años
- 4,3 millones de km²: Tierras húmedas transformadas en tierras secas en las tres últimas décadas, una superficie un tercio mayor que la India
- 40%: Tierra cultivable mundial afectada por la aridez, el principal factor de degradación agrícola
- 30.9%: Población mundial que vivirá en zonas áridas en 2020, frente al 22,5% en 1990
- 300 millones: Personas que vivirán en zonas áridas en 2020, el doble que en 1990, y se prevé que vuelvan a duplicarse en 2100 en el peor de los escenarios de cambio climático.
350 millones: Habitantes de tierras secas en Asia, más de la mitad del total mundial. - 620 millones: Habitantes de tierras secas en África, casi la mitad de la población del continente.
- 9.1%: Porción de la Tierra clasificada como hiperárida, incluidos los desiertos de Atacama (Chile), Sáhara (África), Namib (África) y Gobi (China/Mongolia)
- 23%: Aumento de la superficie mundial con riesgo de desertificación «moderado» a «muy alto» para 2100 en el peor escenario de emisiones
- +8% en riesgo «muy alto»
- +5% en riesgo «alto»
- +10% en riesgo «moderado»
Degradación del medio ambiente
- 5: Factores clave de la degradación de tierras: Aumento de la aridez, erosión de la tierra, salinización, pérdida de carbono orgánico y degradación de la vegetación.
- 20%: Tierra global en riesgo de transformaciones abruptas de los ecosistemas para 2100 debido al aumento de la aridez
- 55%: Especies (mamíferos, reptiles, peces, anfibios y aves) en riesgo de pérdida de hábitat por la aridez. Puntos calientes: (Regiones áridas): África Occidental, Australia Occidental, Península Ibérica; (Regiones húmedas): Sur de México, norte de la selva amazónica
Economía
- 12%: Descenso del PIB africano atribuido a la aridez, 1990-2015
- 16% / 6.7%: Pérdidas previstas del PIB en África / Asia para 2079 en un escenario de emisiones moderadas
- 20 millones de toneladas de maíz, 21 millones de toneladas de trigo, 19 millones de toneladas de arroz: pérdidas previstas en el rendimiento mundial de los cultivos para 2040 debido a la creciente aridez
- 50%: Reducción prevista del rendimiento del maíz en Kenia para 2050 en un escenario de emisiones elevadas
Agua
- 90%: Las precipitaciones en las zonas áridas se evaporan a la atmósfera, dejando un 10% para el crecimiento de las plantas
- 67%: Se prevé que la tierra almacenará menos agua en 2100, incluso en escenarios de emisiones moderadas
- 75%: Disminución de la disponibilidad de agua en Oriente Medio y el Norte de África desde la década de 1950
- 40%: Reducción prevista de la escorrentía andina para 2100 en un escenario de emisiones elevadas, lo que amenaza el suministro de agua en Sudamérica
Salud
- 55%: Aumento del retraso grave del crecimiento infantil en el África subsahariana en un escenario de emisiones medias debido a los efectos combinados de la aridez y el calentamiento del clima.
- Hasta un 12,5%: Aumento estimado del riesgo de mortalidad durante las tormentas de arena y polvo en China, 2013-2018
- 57% / 38%: Aumento de los niveles de polvo atmosférico fino y grueso, respectivamente, en el suroeste de EE.UU. para 2100 en los peores escenarios climáticos
- 220%: Aumento previsto de las muertes prematuras debidas al polvo atmosférico en el suroeste de Estados Unidos para 2100 en el escenario de altas emisiones
- 160%: Aumento previsto de las hospitalizaciones relacionadas con el polvo en suspensión en la misma región
- Incendios forestales y bosques
- 74%: Aumento previsto de las zonas quemadas por incendios forestales en California para 2100 en escenarios de altas emisiones
- 40: días anuales adicionales de peligro elevado de incendios en Grecia para 2100 en comparación con los niveles de finales del siglo
Notas para los editores:
Aridez frente a sequía
Las regiones altamente áridas son lugares en los que una condición climática persistente a largo plazo carece de humedad disponible para sustentar la mayoría de las formas de vida y la demanda evaporativa atmosférica supera significativamente las precipitaciones.
La sequía, por su parte, es un periodo anómalo y de corta duración de escasez de agua que afecta a los ecosistemas y a las personas y que suele atribuirse a escasas precipitaciones, altas temperaturas, baja humedad del aire y/o anomalías en el viento.
Mientras que la sequía forma parte de la variabilidad natural del clima y puede producirse en casi cualquier régimen climático, la aridez es una condición estable cuyos cambios se producen a escalas temporales extremadamente largas bajo una presión significativa.
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El informe completo, The Global Threat of Drying Lands: Tendencias regionales y mundiales de la aridez y proyecciones futuras, está disponible para los medios de comunicación en https://bit.ly/4ePoHZg
Documents
Publications
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